Ideas para unir afectivamente al niño o niña con la biblioteca escolar
«Son acciones de recuerdo y de sensibilización que quieren ganar
afectivamente al lector o lectora infantil, además de conectarles con el
espacio bibliotecario y los libros. Es muy importante la manera de
ponerlas en práctica y el éxito depende de cómo las siente y las vive el
responsable o los responsables de llevarlas a cabo.
1.
Carné de lector/a. Puede ser un sencillo documento personalizado, con
espacio para escribir el título y la autoría de cada libro leído. Un
pequeño documento para guardar, para coleccionar. Si tenemos señalados
los libros de lectura recreativa con pegatinas circulares (gomets) de
colores según los ciclos a los que van dirigidos, podemos hacer los
carnés también de los mismos colores y así facilitamos a los niños y
niñas (sobre todo a los más pequeños) el acceso a “sus” libros, dentro
de la biblioteca.
2.
Carné del Club de Amigas y Amigos de la Biblioteca Escolar.
Pertenecer a este “selecto” club requiere cumplir con algunas
obligaciones: tratar bien los libros, no desordenarlos, acudir
frecuentemente a la biblioteca, leer, contar lo que hemos leído... ¿Qué
no estaríamos dispuestos a hacer por un amigo o una amiga? Puede ser una
alternativa al “carnet de lector” descrito más arriba, cuando éste ya
lleva unos años funcionando.
3. Elaborar periódicamente
materiales-recuerdo de la biblioteca:
pegatinas, puntos de lectura, posters, diplomas, “tarjetas lectoras”,
etc. que los niños y niñas pueden completar, leer, colorear, guardar...
Materiales que acompañan a algunas actividades organizadas desde la
“biblio” y que se entregan cuando se visita una exposición, cuando
finaliza una actividad...
4. Edición de un
boletín o revista de publicación periódica con las
novedades, con noticias de la biblioteca, noticias culturales y
experiencias que se van desarrollando en las clases. Le permite
participar en sus contenidos con valoraciones personales de libros
leídos, colaboraciones creativas, pequeños trabajos de investigación
etc. Y es importante que llegue también a cada familia para potenciar la
valoración familiar de la lectura y del funcionamiento de la biblioteca
escolar y generalizar, en lo posible, una sensibilización especial
hacia la lectura, el libro y la biblioteca.
5. Regalo de un
retrato lector. Los niños y niñas guardan hoy día muchas
fotografías de múltiples momentos de su vida, pero seguro que no es
fácil encontrar en esos documentos personales una fotografía en la que
estén leyendo. Coincidiendo con el Día del Libro de cada año o con el
final de curso, podemos regalar a cada niño o niña del último curso de
Primaria una fotografía en la que esté leyendo, montada en una cartulina
con algún texto e ilustración que hagan referencia a la lectura y que
les sirva de recuerdo y estímulo permanente.
6. Completar individualmente el
Diario de lectura. Es un documento con
pretensiones de memoria lectora individual, donde el niño o la niña
anotan unas breves pinceladas del libro leído y que guardarán como
recuerdo de sus lecturas infantiles y juveniles.
7.
Presentación de la biblioteca. Son visitas de clases completas,
guiadas por la persona responsable de la biblioteca para presentar las
distintas secciones, los contenidos de cada una, la recogida de
sugerencias, la disposición de fondos, las posibilidades que alberga,
etc. Una tarea que es conveniente repetir cíclicamente para que chicos y
chicas exploren bien las posibilidades que su biblioteca les ofrece.
8. Actividades de
formación de usuarios. Podemos elaborar un cuadernillo
donde niños y niñas, con la ayuda del bibliotecario/a completen una
ficha bibliográfica, practiquen la localización de fondos usando los
ficheros, aprendan el significado de los símbolos contenidos en un
tejuelo y conozcan las secciones definidas en la CDU. Sencillas
actividades que también les permitirán desenvolverse algo mejor en la
biblioteca pública a la que acudan. Tenemos a nuestra disposición otros
materiales: proyecciones de diapositivas, visionado de vídeos, etc. que
también ayudan en la tarea.
9. Ofrecer a los niños y niñas de los cursos altos la posibilidad de
ejercer de bibliotecarias y bibliotecarios para ordenar los fondos,
formalizar préstamos y devoluciones, orientar a los pequeños, colaborar
en algunas actividades... Se les ofrece, en definitiva, la posibilidad
de ejercer una responsabilidad que consiste en facilitar la apertura de
la biblioteca y prestar un servicio temporal a sus compañeros y
compañeras.
10. Elaboración de
guías temáticas de lectura con motivo de una
efemérides cultural, de la organización de una “semana” sobre cuentos o
poesía, para presentar una compra importante de fondos, como complemento
a una “maleta viajera”...»